lunes, 7 de abril de 2014

¿Qué son los trastornos de alimentación?

Por LN Raquel Mizrahi

Imagen: http://vidayestilo.terra.com.pe/mujer/entre-chicas/trastornos-alimenticios-problemas-que-afectan-a-las-mujeres,c404db42007de310VgnCLD2000009acceb0aRCRD.html
Un trastorno hace referencia a un conjunto de signos, síntomas y conductas de riesgo, que pueden presentarse en diferentes formas clínicas y con distintos niveles de severidad; no se refiere a un síntoma aislado ni a una forma específicamente establecida.

Podemos decir que existe un trastorno en la conducta alimentaria cuando lo que una persona come no cumple con lo que su organismo requiere para mantener un correcto funcionamiento y no es acorde con su edad, su peso, su estatura y su actividad física.

Existen diversos tipos de trastornos de alimentación, en este ocasión hablaremos únicamente de anorexia y bulimia.

Anorexia
La anorexia se caracteriza por una gran reducción de la ingesta de alimentos que no responde a una falta de apetito, sino a una resistencia a comer, motivada por la preocupación excesiva por no subir de peso o por reducirlo.

Bulimia
En la bulimia el consumo de alimento se hace en forma de atracón (ingesta de una gran cantidad de alimento con la sensación de pérdida de control en un período muy corto de tiempo), que van seguidos de un fuerte sentimiento de culpa y medidas compensatorias inadecuadas (autoinducción del vómito, el consumo de laxantes, diuréticos, el ejercicio intenso y el ayuno prolongado).

¿Quiénes son más vulnerables de padecerlos?
Los trastornos de la conducta alimentaria se presentan con más frecuencia en mujeres que en hombres. Los últimos estudios indican que 9 de cada 10 casos reportados son mujeres, aunque las cifras en varones han aumentado en los últimos años.

La anorexia y la bulimia están fuertemente vinculadas a un ideal estético de belleza femenina construido y difundido ampliamente por las expectativas de nuestra sociedad. Las imposiciones de la moda y los medios de comunicación nos inundan con imágenes que nos hacen creer que la delgadez extrema se vincula directamente con el éxito y la aceptación del entorno.

La sociedad actual establece tanto para hombres como para mujeres un modelo corporal único: delgado, fuerte, joven, de una estética uniforme y tan perfecta que se antoja imposible de alcanzar.

En la mujer las exigencias son más grandes y por demás contradictorias. Se nos exige ser eternamente jóvenes, conservar el cuerpo de una adolescente pero al mismo tiempo ser madres; nuestro cuerpo no debe dejar ver el paso de los años pero  nuestra forma de conducirnos por la vida debe expresar madurez; se espera que seamos inteligentes, hábiles, astutas, que vivamos de forma apasionada pero sin perder el autocontrol; cada vez se espera más de nosotras en área laboral y económica pero sin descuidar las labores del hogar y los cuidados de los hijos, y todo esto solo por enumerar algunas de las muchas contradicciones en las que vivimos envueltas las mujeres en las sociedades actuales.

¿Por qué se presentan los trastornos de alimentación?
Si bien es cierto que no se ha establecido una causa específica para los trastornos alimenticios, se sabe que su origen es multifactorial. Es decir, para que aparezcan se requiere de conjunto de elementos que se combinan y acumulan de forma particular en ambientes diversos en un momento de la vida en particular, específicamente en la adolescencia. Actualmente es cada vez más común su instalación en mujeres adultas, sin embargo, se cree que estas mujeres ya presentaban síntomas y conductas de la enfermad desde la adolescencia. Si bien el contexto social y cultural tiene un gran peso, el papel que juega la familia es determinante, así como la vulnerabilidad propia de cada persona determinada por sus experiencias de vida.

Los trastornos de la conducta alimentaria son más comunes en familias con rasgos característicos:

-Sobre protectoras, aglutinadas y rígidas
-Con tendencias intrusivas en los pensamientos, sentimientos y acciones de los otros
-No se promueve la individualidad
-Se evitan los conflictos
-Predomina la falta de límites claros y los roles no están bien definidos
-Hay resistencia al cambio e intolerancia a las diferencias; desacuerdos familiares aparentando una constante armonía y una unión sin fallas, fracturas, ni problemas

Desde el punto de vista psicológico, los trastornos de alimentación son un síntoma de un problema emocional subyacente. Una relación no sana con los alimentos es una manera de protegerse, de expresar enojo o ira; son una herramienta que ayuda a mitigar el dolor provocado por algo que no se alcanza a comprender. Los trastornos de alimentación, aunque de manera paradójica, proporcionan un escape cuando no se encuentra otra salida, rescatan, contienen e incluso ayudan a crear una identidad.

Es común escuchar en personas que padecen esta enfermedad las siguientes frases:

·   “Comer me calma, me tranquiliza...”.
· “Todo me agita y toda esa agitación la experimento como una sensación de hambre, incluso si acabo de comer. Tengo miedo de mí misma, de los sentimientos a los que estoy expuesta a cada minuto sin defensa”.
·   “Estoy en mi propia cárcel. No me importa lo que digan los otros, me he sentenciado a la delgadez”.
·   “La comida no me contesta ni me exige nada”.
·   “Después de purgarme me relajo”.
·   “Me siento exitosa cuando bajo medio kilo”.
·   “No me importa que todos me digan que no estoy gorda, que es cuestión de mi mente. Aun cuando sólo está en mi mente, yo llevo los pensamientos ahí. Son míos”.
   “Cuando como, siento y es mejor no sentir; tengo demasiado miedo”.

Es vital entender que los trastornos de la conducta alimentaria son una enfermedad psiquiátrica, y que aun cuando la sociedad, los medios de comunicación y la familia juegan un papel determinante para que estos se presenten, no son una moda ni una decisión.

Ponen en riesgo la vida de quien los padece y es necesario estar alerta a los síntomas de los mismos. Al ser una enfermedad multifactorial se requiere de un equipo de profesionales de la salud para ser diagnosticados a tiempo y atendidos de forma correcta. En todos los casos es necesario que el equipo médico este integrado por un psiquíatra, un psicólogo/a, un nutriólogo/a y un médico internista, así mismo todos los involucrados deben de tener un profundo entendimiento de la complejidad de la enfermedad y por supuesto ser especialistas en el tema.

Fuentes:

http://www.salud.gob.mx/unidades/cdi/documentos/guiatrastornos.pdf

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