Por LN Raquel Mizrahi
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Imagen: http://vidayestilo.terra.com.pe/mujer/entre-chicas/trastornos-alimenticios-problemas-que-afectan-a-las-mujeres,c404db42007de310VgnCLD2000009acceb0aRCRD.html |
Un
trastorno hace referencia a un conjunto de signos, síntomas y conductas de
riesgo, que pueden presentarse en diferentes formas clínicas y con distintos
niveles de severidad; no se refiere a un síntoma aislado ni a una forma
específicamente establecida.
Podemos
decir que existe un trastorno en la conducta alimentaria cuando lo que una
persona come no cumple con lo que su organismo requiere para mantener un
correcto funcionamiento y no es acorde con su edad, su peso, su estatura y su
actividad física.
Existen
diversos tipos de trastornos de alimentación, en este ocasión hablaremos únicamente
de anorexia y bulimia.
Anorexia
La anorexia se caracteriza por una gran reducción de
la ingesta de alimentos que no responde a una falta de apetito, sino a una
resistencia a comer, motivada por la preocupación excesiva por no subir de peso
o por reducirlo.
Bulimia
En la bulimia el consumo de alimento se hace en
forma de atracón (ingesta de una gran cantidad de alimento con la sensación de
pérdida de control en un período muy corto de tiempo), que van seguidos de un
fuerte sentimiento de culpa y medidas compensatorias inadecuadas (autoinducción
del vómito, el consumo de laxantes, diuréticos, el ejercicio intenso y el ayuno
prolongado).
¿Quiénes son más vulnerables de padecerlos?
Los
trastornos de la conducta alimentaria se presentan con más frecuencia en mujeres
que en hombres. Los últimos estudios indican que 9 de cada 10 casos reportados
son mujeres, aunque las cifras en varones han aumentado en los últimos años.
La
anorexia y la bulimia están fuertemente vinculadas a un ideal estético de
belleza femenina construido y difundido ampliamente por las expectativas de
nuestra sociedad. Las imposiciones de la moda y los medios de comunicación nos
inundan con imágenes que nos hacen creer que la delgadez extrema se vincula
directamente con el éxito y la aceptación del entorno.
La
sociedad actual establece tanto para hombres como para mujeres un modelo
corporal único: delgado, fuerte, joven, de una estética uniforme y
tan perfecta que se antoja imposible de alcanzar.
En la
mujer las exigencias son más grandes y por demás contradictorias. Se nos exige
ser eternamente jóvenes, conservar el cuerpo de una adolescente pero al mismo tiempo ser madres; nuestro cuerpo no debe dejar ver
el paso de los años pero nuestra forma
de conducirnos por la vida debe expresar madurez; se espera que seamos
inteligentes, hábiles, astutas, que vivamos de forma apasionada pero sin perder el
autocontrol; cada vez se espera más de nosotras en área laboral y económica
pero sin descuidar las labores del hogar y los cuidados de los hijos, y todo
esto solo por enumerar algunas de las muchas contradicciones en las que vivimos
envueltas las mujeres en las sociedades actuales.
¿Por qué se
presentan los trastornos de alimentación?
Si bien
es cierto que no se ha establecido una causa específica para los trastornos
alimenticios, se sabe que su origen es multifactorial. Es decir, para que
aparezcan se requiere de conjunto de elementos que se combinan y acumulan de
forma particular en ambientes diversos en un momento de la vida en particular,
específicamente en la adolescencia. Actualmente es cada vez más común su
instalación en mujeres adultas, sin embargo, se cree que estas mujeres ya
presentaban síntomas y conductas de la enfermad desde la adolescencia. Si bien
el contexto social y cultural tiene un gran peso, el papel que juega la familia
es determinante, así como la vulnerabilidad propia de cada persona determinada
por sus experiencias de vida.
Los
trastornos de la conducta alimentaria son más comunes en familias con rasgos
característicos:
-Sobre
protectoras, aglutinadas y rígidas
-Con tendencias
intrusivas en los pensamientos, sentimientos y acciones de los otros
-No se
promueve la individualidad
-Se
evitan los conflictos
-Predomina la falta de límites claros y los roles no están bien definidos
-Hay resistencia
al cambio e intolerancia a las diferencias; desacuerdos familiares aparentando
una constante armonía y una unión sin fallas, fracturas, ni problemas
Desde
el punto de vista psicológico, los trastornos de alimentación son un síntoma de un problema emocional subyacente.
Una relación no sana con los alimentos es una manera de protegerse, de expresar
enojo o ira; son una herramienta que ayuda a mitigar el dolor provocado por
algo que no se alcanza a comprender. Los trastornos de alimentación, aunque de
manera paradójica, proporcionan un escape cuando no se encuentra otra salida,
rescatan, contienen e incluso ayudan a crear una identidad.
Es
común escuchar en personas que padecen esta enfermedad las siguientes frases:
· “Comer me calma, me tranquiliza...”.
· “Todo me agita y toda esa agitación la
experimento como una sensación de hambre, incluso si acabo de comer. Tengo
miedo de mí misma, de los sentimientos a los que estoy expuesta a cada minuto
sin defensa”.
·
“Estoy en mi propia cárcel. No me importa
lo que digan los otros, me he sentenciado a la delgadez”.
·
“La comida no me contesta ni me exige
nada”.
·
“Después de purgarme me relajo”.
·
“Me siento exitosa cuando bajo medio
kilo”.
·
“No me importa que todos me digan que no
estoy gorda, que es cuestión de mi mente. Aun cuando sólo está en mi mente, yo
llevo los pensamientos ahí. Son míos”.
“Cuando como, siento y es mejor no sentir;
tengo demasiado miedo”.
Es vital entender que los trastornos de la conducta
alimentaria son una enfermedad psiquiátrica, y que aun cuando la sociedad, los
medios de comunicación y la familia juegan un papel determinante para que estos
se presenten, no son una moda ni una decisión.
Ponen en riesgo la vida de quien los padece y es
necesario estar alerta a los síntomas de los mismos. Al ser una enfermedad
multifactorial se requiere de un equipo de profesionales de la salud para ser
diagnosticados a tiempo y atendidos de forma correcta. En todos los casos es
necesario que el equipo médico este integrado por un psiquíatra, un
psicólogo/a, un nutriólogo/a y un médico internista, así mismo todos los
involucrados deben de tener un profundo entendimiento de la complejidad de la
enfermedad y por supuesto ser especialistas en el tema.
Fuentes:
http://www.salud.gob.mx/unidades/cdi/documentos/guiatrastornos.pdf
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