Por LN Raquel Mizrahi
Imagen: http://despertaruniversitario.org/2014/01/01/la-falta-de-sueno-causa-dano-cerebral/
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La relación entre la privación del sueño, la ganancia
de peso y el riesgo de padecer diabetes podría ocasionar alteraciones en el
metabolismo de la glucosa (azúcar), un aumento del apetito y una disminución
del gasto energético.
El sueño y el metabolismo de la glucosa
Periodos muy cortos de sueño están asociados con:
·
Una menor tolerancia a la glucosa. La tolerancia a la
glucosa nos indica el modo en que nuestro cuerpo dispone de esta para
mandarla a los diferentes órganos y al cerebro. Se ha estimado que dormir menos
de 6.5 horas al día por periodos prolongados, puede disminuir la tolerancia a
la glucosa en un 40%.
· Una mayor concentración de cortisol (una hormona que
aumenta de forma significativa durante periodos o episodios de estrés) en la
sangre. Cuando las concentraciones de cortisol permanecen elevadas en la sangre
por periodos prolongados, favorece la producción y almacenamiento de grasa en
nuestro cuerpo.
Aumento del apetito
Dormir pocas al día se ha asociado a un aumento del
IMC (Índice de Masa Corporal) y a cambios en las hormonas que controlan el
hambre:
·
Niveles bajos de leptina (hormona reductora del
apetito)
·
Niveles elevados de grelina (hormona estimulante del
apetito)
En algunos estudios se ha encontrado que dormir un
promedio de 4 horas por día aumenta significativamente el deseo de consumir
alimentos densamente energéticos, altos en hidratos de carbono y grasas (papas,
galletas, pasteles, chocolates, dulces, etc.). Las personas que duermen poco
reportan tener más hambre.
Menor gasto de energía
Otro factor importante a tomar en cuenta es que
mientras menos horas duerme una persona, menor es la posibilidad de que sea
físicamente activa, lo que se traduce en un menor gasto de energía.
Lo anterior nos lleva a concluir que la falta de
sueño, así como la calidad del mismo, tiene un efecto directo en el metabolismo
de nuestro cuerpo. No dormir podría llevarnos a un desequilibrio interno ya que
afecta de manera importante
cuestiones hormonales (hormonas que
regulan el ciclo de hambre-saciedad), el metabolismo de la glucosa (aumentando
el riesgo de padecer diabetes tipo 2), causando cansancio y fatiga que a su vez
nos llevan al sedentarismo y nos dificultan seleccionar alimentos saludables.
Fuentes:
-Knutson K.L. et al. (2007). The metabolic
consequences of sleep deprivation. Sleep Medicine Reviews 11(3):159-62
-Spiegel K. et al. (2005).
Sleep loss: a novel risk factor for insulin resistance and Type 2 diabetes.
Journal of Applied Physiology 99:2008-19
-Van Cauter E. et al. (2007).
Impact of sleep and sleep loss on neuroendocrine and metabolic function.
Hormone Research 67:2-9
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